Niños migrantes en situación irregular y el derecho a la educación
Durante los últimos dos años, la niña marroquí de 12 años N.S. de Melilla (España) ha estado luchando por su derecho a la educación mediante campañas, manifestaciones y denuncias ante el tribunal administrativo judicial. ¿Qué sucedió después de que presentó su queja en Ginebra?
La madre de la niña migró a Melilla, un enclave español en el Norte de África adyacente a Marruecos, cuando era niña. Dio a luz a N.S., que ahora es una niña de 12 años, en Melilla. Madre e hija aún viven en Melilla, aunque ambas están consideradas como residentes en situación irregular.
La educación en España es obligatoria y gratuita para todos los niños de entre 6 y 16 años de edad. N.S. había llegado a la edad de escolaridad obligatoria, pero no pudo entrar al sistema de educación pública debido a su estatus migratorio irregular.
Durante dos años, N.S. estuvo haciendo campañas y manifestaciones cada semana en frente del Ministerio de Educación en Melilla. No hacía las campañas y manifestaciones por su cuenta, sino junto con otros niños que estaban en la misma situación.
N.S. y su madre también presentaron una queja ante el tribunal administrativo judicial en Melilla, pero el juez decretó que N.S. no podía ingresar al sistema educativo español y que debía recibir su educación en Marruecos.
Según el artículo 28 de la Convención sobre los Derechos del Niño, los Estados partes necesitan reconocer la educación como un derecho legal para cada niño en condiciones de igualdad de oportunidades. Sin embargo, este caso demuestra que para muchos Estados partes aún hay un largo camino por recorrer para lograr el pleno cumplimiento del artículo 28 de la CDN.
En febrero de 2020, N.S. y su madre llevaron su queja ante el Comité de la CDN. El Comité se puso en contacto inmediatamente con el gobierno español para darle la oportunidad de responder a la queja de N.S. Un mes después, el 24 de marzo de 2020, la administración local en Melilla informó a N.S. que la habían admitido en una escuela pública en Melilla, una decisión rápida que el Comité de la CDN celebró con beneplácito. Según Ann Skelton, miembro del Comité, “este es el caso más rápido que se ha resuelto mediante el mecanismo de quejas individuales”. N.S. respondió a la acción oportuna del Comité a través de un mensaje de video especial. Según la niña, ella es la única a la que han admitido, mientras que hay muchos otros niños que se quedaron sin escuela. Le gustaría ver a los demás niños, que se consideran residentes en situación irregular, ir a la escuela como ella.